El Doctor Mario Alonso Puig, profesor en la prestigiosa Universidad de Harvard, le dijo a una de sus pacientes que sufría problemas de estómago desde hacía 3 años:
– Sonría, aunque no quiera, finja.
La mujer creyó que estaba loco, cómo iba a solucionar su problema de estómago sólo con sonreír. Pero la mujer lo intentó y quedó demostrado que con el tiempo sus síntomas remitieron 😀
¡Así que a sonreír amig@s!
Aunque no lo creáis, la sonrisa altera el circuito de la angustia en el cerebro y éste tiene que adaptarse a esa nueva condición, se ve obligado a interpreta que todo está bien. 🙂
Esta idea está extraida del programa de radio argentino “perros de la calle”.
FELIZ DOMINGO! !!!!